En Barcelona, los nómadas digitales corren el riesgo de ser atacados por locales enfurecidos armados con pistolas de agua. Sin embargo, en otras partes de la soleada España, los trabajadores remotos son recibidos con los brazos abiertos y fajos de billetes.
Esta semana, el gobierno local de Extremadura ha anunciado que ofrece a los nómadas digitales y a los trabajadores remotos hasta 15.000 € para mudarse a la región rural. Las subvenciones están destinadas a “viviendas disponibles, tierras cultivables y todo lo necesario para agilizar su llegada”, según informaron las autoridades en un comunicado de prensa.
Extremadura, que limita con Portugal, es conocida por sus paisajes montañosos, viñedos, pueblos históricos, excelente gastronomía y bajo coste de vida. Un apartamento en Cáceres puede costar unos pocos cientos de euros al mes. ¿Una pinta? 1,75 €. ¿Un capuchino? 1,50 €. Además, cuenta con una sólida cobertura de fibra óptica y móvil, ideal para los trabajadores tecnológicos.
Sin embargo, hay una condición: debes permanecer allí al menos dos años para calificar. Lo cual no suena muy atractivo para los nómadas digitales. Además, Extremadura se vuelve increíblemente calurosa y seca en verano, y no es conocida por ser una región emocionante. En fin, sigamos.
Extremadura ha reservado 2 millones de euros para el programa, que cubrirá a unos 200 nómadas digitales. Las personas menores de 30 años y aquellas que se muden a pueblos con menos de 5.000 habitantes pueden optar a una subvención de 10.000 €. El resto recibirá 8.000 €.
Si permaneces durante dos años consecutivos, aquellos en la primera categoría que decidan quedarse un año más recibirán un segundo pago de 5.000 €, mientras que los demás recibirán 4.000 €.
Las subvenciones están abiertas a todas las nacionalidades, siempre que tengan derecho a vivir y trabajar en España. Esto es bastante sencillo para los ciudadanos de la UE. Cualquiera que no tenga ese privilegio de pasaporte tiene la opción de solicitar el visado de nómada digital de España.
